Emisiones dañinas en zonas urbanas
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) —mezcla de propano y butano— es una solución energética disponible hoy que ofrece beneficios concretos para la calidad del aire, la salud pública y la logística energética. A diferencia de la gasolina o el diésel, el GLP se quema de forma más limpia, produciendo menos partículas, óxidos nocivos y gases de efecto invernadero, por eso su adopción masiva puede traducirse en mejoras medibles y rápidas en áreas urbanas y rurales por igual.
Las principales emisiones que afectan la salud y la calidad del aire en áreas urbanas son:
- Material particulado (PM2.5 / PM10): penetra en pulmones y sangre, asociado a asma, EPOC, enfermedades cardiovasculares y muertes prematuras.
- Óxidos de nitrógeno (NOx): contribuyen al smog, forman ozono troposférico y agravan problemas respiratorios.
- Dióxido de carbono (CO₂): gas de efecto invernadero que impulsa el cambio climático (impacto indirecto en salud y medio ambiente).
- Monóxido de carbono (CO) y compuestos orgánicos volátiles (VOCs): afectan la salud inmediata y participan en reacciones químicas que generan ozono.
- Reducir la presencia de estos contaminantes en la mezcla de combustión de los transportes y equipos térmicos urbanos es prioritario para mejorar la salud pública y la visibilidad urbana.

Beneficios inmediatos del GLP
Adoptar GLP en flotas o en sustitución de combustibles más sucios produce resultados que se pueden observar en plazos cortos:

- Menos partículas y hollín: la combustión del GLP genera órdenes de magnitud menos PM2.5 que el diésel, lo que se traduce en menor incidencia de asma y otras enfermedades respiratorias.
- Menores NOx y VOCs: reduce la formación de smog y ozono troposférico en áreas de alta congestión.
- Reducción de CO₂ por km recorrido: el GLP presenta una huella de CO₂ menor frente a gasolina y diésel en condiciones típicas de uso vehicular.
- Despliegue logístico rápido: la infraestructura de GLP (cilindros, camiones, plantas) ya existe en muchos países, por lo que la sustitución puede escalar sin esperar grandes inversiones en redes nuevas.
Comparativa real: Gasolina vs Diésel vs GLP
| Emisión / combustible | Gasolina | Diésel | GLP |
|---|---|---|---|
| CO₂ (g/km) | 240 | 200 | 180. |
| NOx (g/km) | 0.25 | 1.20 | 0.08. |
| PM2.5 (g/km) | 0.02 | 0.20 | 0.005. |
| CO (g/km) | 2.3 | 0.6 | 0.3. |
Además, simulaciones y estudios muestran que una migración masiva al GLP puede traer reducciones significativas a escala urbana: por ejemplo, escenarios modelados indican reducciones en CO₂, NOx y PM2.5 suficientes como para disminuir hospitalizaciones y enfermedades respiratorias en el corto plazo.
Beneficios directos en salud pública
Al disminuir PM2.5, NOx y otros contaminantes se obtiene un efecto directo en la salud de la población:
- Menos episodios de asma aguda y menores exacerbaciones crónicas.
- Reducción de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
- Mejora en la salud de grupos vulnerables (niños, ancianos, personas con condiciones respiratorias).
- Menor carga sanitaria y ahorro económico por reducción de consultas, emergencias y ausentismo laboral.
Existe evidencia de que incluso reducciones moderadas en PM2.5 y NOx se traducen en beneficios sustantivos para la salud pública en cuestión de meses cuando la política se implementa correctamente.
- Incentivos para la conversión vehicular y renovación de flotas.
- Programas de control de calidad y certificación técnica.
- Campañas de mantenimiento y capacitación para asegurar que conversiones y equipos operen con eficiencia.
- Monitoreo y métricas locales — medir calidad del aire y salud para cuantificar el impacto real.
- Políticas públicas coordinadas que faciliten la adopción sin comprometer seguridad.
Consideraciones prácticas para implementar GLP a escala
Para que la transición al GLP rinda los beneficios esperados se recomiendan acciones coordinadas:

¿Por qué apostar por GLP hoy?
El GLP es una herramienta disponible y verificable para producir mejoras rápidas en calidad del aire y salud pública, además de ofrecer ventajas logísticas y de costo en muchos contextos.
Su adopción combinada con buenas políticas públicas, mantenimiento técnico y programas de renovación de flota puede generar reducciones medibles en contaminantes críticos y beneficios reales para la población en plazos cortos.
Este artículo se basa en el análisis elaborado por Miguel Alejandro González Vázquez, CEO de GASTEK y Rail Autogas México, quien ha impulsado el desarrollo del Autogas como una solución inmediata y viable para reducir emisiones en México.
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