Los autobuses escolares son una parte fundamental del sistema educativo estadounidense, responsable del transporte diario de millones de niños de ida y vuelta a la escuela. Con la creciente preocupación por el medio ambiente y la independencia energética, los vehículos de combustible alternativo son cada vez más populares.

A partir de 2021, la mayoría de los autobuses escolares de Estados Unidos funcionan con combustible diesel. Según la Asociación Nacional de Transporte Escolar (NSTA), más del 95% de los aproximadamente 480,000 autobuses escolares de Estados Unidos funcionan con diesel. El 5% restante funciona con gasolina, combustibles alternativos como el propano o la electricidad, o una combinación de ambos. Si todos los autobuses escolares se convirtieran a propano o electricidad, probablemente se obtendrían importantes beneficios para el medio ambiente y la salud pública. El propano es un combustible limpio que produce menos emisiones que el diesel y la gasolina, lo que reduce el impacto de los autobuses escolares en la calidad del aire y el medio ambiente.

Los autobuses escolares de propano han demostrado su eficacia durante décadas, y muchos distritos escolares los han adoptado como alternativa viable a los autobuses diesel. Una de las principales razones de este éxito es que el propano es un combustible de producción nacional, lo que reduce la dependencia del petróleo extranjero. Además, el propano es considerablemente más barato que el diesel, lo que se traduce en menores costos operativos para las escuelas. Otra ventaja de los autobuses escolares de propano es la reducción de sus emisiones. El propano es un combustible más limpio que el diesel, ya que produce menos emisiones nocivas, como partículas, óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO). Esto no sólo ayuda a mejorar la calidad del aire, sino que también reduce el impacto negativo sobre el medio ambiente. Además, los autobuses escolares de propano son más silenciosos que los diesel, lo que reduce la contaminación acústica y hace que los viajes en autobús sean más cómodos para los estudiantes. Los autobuses de propano también ofrecen una aceleración y un frenado más suaves, lo que se traduce en un viaje más suave y seguro para los estudiantes.

Los autobuses escolares eléctricos producen cero emisiones, lo que supone un beneficio aún mayor para el medio ambiente y la salud pública. Además, la conversión de los autobuses escolares a propano o energía eléctrica probablemente se traduciría en menores costos operativos para los distritos escolares. El propano es mucho más barato que el diesel, mientras que la electricidad suele ser más barata que el diesel y el propano. Además, los autobuses escolares eléctricos requieren menos mantenimiento en comparación con los autobuses diesel o de gasolina, lo que reduce aún más los costos para los distritos escolares. Sin embargo, es importante señalar que la conversión de todos los autobuses escolares a propano o energía eléctrica requeriría una inversión significativa, tanto en términos de costos iniciales para la compra de nuevos autobuses como en términos de infraestructura para la carga o el reabastecimiento de combustible. Además, la disponibilidad de estaciones de carga o abastecimiento de propano en algunas zonas puede plantear dificultades para una conversión generalizada. En general, mientras que la conversión de todos los autobuses escolares a propano o energía eléctrica tendría muchos beneficios, también hay desafíos significativos que deben ser considerados y abordados. Sin embargo, la transición a los autobuses escolares de combustible alternativo es un paso importante en la transición hacia un sistema de transporte más sostenible y un futuro más limpio para nuestros hijos.

Mauricio Morafiallos
Embajador de Energía Limpia
Propane Specialty Group